domingo, 16 de noviembre de 2014

Liver Pool and Man Chester

Mind the gap!
Nuestra curiosidad desmedida y el low cost descarado nos han llevado a explorar la Inglaterra profunda, que hartos estamos ya de London con su Big Ben, su Tower y su Queen Elizabeth... que el interior también existe y merece ser descubierto.

Y la elegida para comenzar este tour por countryside England fue el noroeste del país, comenzando por Liverpool. Que EasyJet tiene precios bastante razonables para llegarse hasta allí. Ya nos picaba la curiosidad por conocer esta ciudad en los tiempos del Kernel One, que desde la lección número 1 sabíamos que Terry Carter is from Liverpool, y desde allí que queríamos conocer el pueblo de Terry. Así que para allá fuimos munidos de nuestras tarjetas de embarque y algunas libras esterlinas en el bolsillo.

Carlos demostró en este viaje que es posible entrar y salir del Reino Unido con su documento europeo ese que se puede falsificar fácilmente. Las ventajas de la libre circulación en el continente que ahora David C.  dice que quiere que vengan solo los que son capaces de tomar el té a las 5 de la tarde, pero por suerte nuestra MujerMaravillAngela lo puso en su lugar, y así están las cosas.

Que llegamos al aeropuerto John Lennon de Liverpool en una lluviosa tarde del otoño boreal, y ni bien llegados ya casí había oscurecido, que oscurece pronto por esta zona. Igual, para la lluvia que cae casi siempre a casi cualquier hora por aqui, da igual si es de día o no. Que fuimos de bar hoping como los locales y con algunos locales, que este país tiene de cervezas como para probar una distinta cada día del año. También hay sidra "on the draft", así que hay que andarse con cuidado a la hora de pedirse las bebidas si no sabes bien lo que quieres.
Y encima estos ingleses hablan un inglés terrible.... awful! Que el mismísimo Don con sus más de 300.000 horas de reloj de clases de ese idioma se las vio en problemas aquí para conseguirse una bebida, o indicaciones para ir al baño. Anyways, que una pinta aquí, otra pinta allá, una cena por ahí como para que el hígado respire un poco y a dormir la mona que al día siguiente tocaba turistear un poco por Liverpool city.

El lugar al que parece que hay que ir en esta ciudad es el Albert Dock, donde hay varios museos y vistas muy bonitas de la ciudad y del río que la hizo famosa como puerto importante del Reino Unido durante cientos de años.
Comenzamos yendo a una exhibición de  los Beatles (que son de aquí, por si uno no lo sabía), que no estaba mal pero un poco cara y artificial. Luego de degustar el plato de comida local, los
fish & chips, nos metimos en el  Museo de la Esclavitud que realmente vale la pena, ya que Liverpool fue un centro importante de intercambio de esclavos africanos con las Americas en las épocas en que se hacían esas cosas.

Acabada la visita, fuimos a matear un rato al lado del río, y luego nos metimos en el Museo de Liverpool que también tiene cosas fabulosas de la ciudad y de su historia. Hemos de decir que algo sorprendente en todo este viaje fue la cantidad de museos e iglesias que son de acceso gratuito. Te puede gustar o no el mercantilismo inglés, pero este país fue el inventor del Estado de Bienestar y eso se nota en muchos aspectos.

Hartos ya de tanta cultura gratuita, acabamos la noche cerveceando/sidreando con los locales, y después de cenar pasamos un rato por The Cavern, allí donde comenzaron los Beatles, pero había otro tocando y no ellos así que no nos quedamos mucho tiempo allí.

Al día siguiente enfilamos para "la catedral" de Liverpool, que se ha de entender que es la catedral anglicana. Hay otra que es la católica-apostólica-romana (porque hay mucho irlandés viviendo por aquí) que está en otro punto de la ciudad y que también vale la pena de ver. La anglicana es más antigua, y enorme. Una curiosidad fue ver que hay un bar adentro de la iglesia misma... Que Francisco vaya tomando nota a la hora de hacer sus reformas, que los anglicanos van adelantadísimos. Aunque todavía no encontramos wifi gratis disponible adentro del templo, que ese sería un próximo gran paso en la reforma religiosa.

Acabada la visita espiritual, volvimos hacia el Albert Dock que faltaba meternos en el  Museo Marítimo (gratis) con historias de barcos y demás que pasaron por/partieron de/arribaron a Liverpool, que realmente valió la pena. Y luego de eso emprendimos nuestro viaje en tren hacia
Manchester, que está a una hora de allí y que también formaba parte de nuestro circuito. Manchester es más grande que Liverpool, y una ciudad un poco más industrial.

Tiene un barrio chino considerable que fue debidamente aprovechado para degustar la gastronomía oriental que es más genuina aquí que en el Mediterráneo. También hay un gayvillage razonablemente grande aquí, que no debería de sorprender a nadie ya que una ciudad que tiene las palabras "man" y "chest" escondidas en su nombre seguro que tiene algo para ofrecer en este rubro.


Acabada la cena china y posterior round de copas en el village donde no había mucho que ver excepto un par de drag queens haciendo pathetikaraoke, partimos hacia nuestros aposentos a reposar.

Al día siguiente, como que llovía en Manchester y segun BBCweather iba a llover todo el día, volvimos a pillar el tren para dirigirnos a  Chester, una población al oeste de Manchester y al sur de Liverpool. Una ciudad que ya era una villa romana importante hace más de 2.000 años, y que luego fue también un puerto destacado en la Edad Media. La ciudad nos recibió con sol a rabiar y una temperatura agradable, que nos hizo caminarla de arriba a abajo.

Recorrimos sus murallas hasta llegar al río, pasando por castillos,  casas tudorianas y anfiteatros romanos. Acabamos la visita en la catedral de la ciudad que también es imponente, había sido una abadía importante en la edad media, cuando los anglicanos todavía no eran anglicanos y la liturgia eran en latín. Después pasó lo que pasó y así acabaron...

De regreso a Manchester city, la cena esta vez fue en un restaurante indio, que también aquí la comida de las antiguas colonias del imperio suele ser bastante genuina. No así el precio, que a esta altura no sabemos si era caro o barato porque como pagábamos todo con tarjeta y el monto te lo ponían en libras esterlinas, ya nos enteraremos a fin de mes cuando nos llegue el resumen. Aquí en el UK se puede pagar con tarjeta casi todo, incluso el billete de bus, eso es muy práctico.


La mañana siguiente por fin Manchester se dejó visitar, que en dirigiéndonos hacia el centro nos encontramos con un Mercado de Navidad, que se ve que aquí como no celebran el día de acción de gracias la temporada navideña comienza antes. Nosotros mucho no le prestamos atención, que igual para nosotros la navidad será en el verano así que no nos interesa en lo más mínimo un vino caliente con especias o salvajadas equivalentes al son del jingle bell. Atravesamos el mercadillo a paso veloz y enfilamos hacia la  biblioteca John Rylands (gratis!) que por dentro parecía
Hogwarts, un lugar impresionante con colecciones de libros muy antiguos y exposiciones muy curiosas.

Desde la biblioteca nos acercamos hasta el río Irwell, que allí se encontraba el People's History Museum (también gratis), donde te van contando de la historia de los sindicatos, las reivindicaciones laborales, etc, etc, etc. Muy interesante el museo, e incluso muy interactivo, que podías disfrazarte de noble, de almacenero,... de varias cosas allí mismo. Acabada la visita, tuvimos que hacer una pausa para llenar el estómago con algunas chicken and mushroom pies regadas con algunas pintas de cerveza, que por la tarde tocaba visitar otro museo, el  Museum of Science and Technology (gratis!), que Manchester fue parte del corazón de la revolución industrial, y muchos de los descubrimientos físicos y mecánicos que hoy son el pan nuestro de cada día se hicieron aquí.

Descansando un poco de la lluvia cultural, la noche nos sorprendió cenando a las orillas de uno de los tantos canales que controlan la creciente de las aguas del río y no dejan inundar la ciudad. Esa fue nuestra cena de despedida, que al día siguiente tocaba ya hacer el bolso, dejar el albergue y volvernos hacia casa, pero antes hicimos una parada en el Imperial War Museum (gratis... boring!) donde te ilustran con lujo de detalles las dos guerras mundiales que afectaron tremendamente al Reino Unido. También hay una lista de "otras guerras" entre las que aparecen las Falklands, pero fueron las dos guerras mundiales -y sorprendente más la primer guerra que la segunda- las que más impactaron profundamente a este país y a la idiosincracia de sus habitantes.


En acabada la visita, pudimos pillar unas  pasties en la estación de tren, que se nos iba el tren y aquí todo es muy puntual: los trenes, los buses, e incluso los aviones. Que de Manchester Piccadilly nos volvimos nuevamente hacia Liverpool para pillar el bus  que nos dejó nuevamente en el John Lennon Airport. Y el resto lo hicieron Easyjet y el aerobus de BCN, que gracias a todos ellos ahora estamos en casa nuevamente, comiendo un poco de lechuga con aceite de oliva, que nuestro cuerpo está un poco saturado de tanta British food.

Ya volveremos al ruedo en breve. In the meantime, please keep calm and enjoy the next pictures. Cheers, y hasta el proshen arret!