domingo, 24 de abril de 2011

Semana Santa en el Veneto (Abr 2011)

En un pueblo italiano al pie de la montaña vive nuestro amigo Marco... cantaba una de las tantas cotorras argentinas que pululan por aqui desde la ventana de nuestro dormitorio, con un par de billetes aereos de Ryanair colgando del pico.
No se necesita un Ph.D. para entender que con este nuevo método a prueba de wikileaks nos estaban avisando que la misión de turno de Semana Santa era ir de visita a Italia, con la excusa de visitar a Marco para hacer vaya a saber uno qué, que Don siempre lleva algo que el dice que es "thermal underwear" pero a Carlos le parece como un uniforme de ninja todo negro con pasamontañas al tono.

En fin, que no le demos vuelta mucho al tema este que sino terminaremos como el soldado Manning vaya a saber donde. Que dice Wikipedia que el Véneto es una región al noreste de Italia, donde están Venecia, Padua, Verona y otras ciudades del montón.

Nuestra primer parada fue el aeropuerto de Treviso, adonde nos reunimos con Nacho y Alex que también venían desde Barcelona para camuflar más la operación. Marco vive en Vicenza, otra ciudad de esta región, que tiene un record de construcciones del arquitecto Andrea Palladio que se pueden ver todo por alrededor y que están bastante bien, de hecho son patrimonio de la UNESCO. Es interesante estar en esta zona donde las torres se parecen bastante a las torres esas que tenemos aquí cerca de casa, aunque tampoco hace falta tener un Ph.D. para darse cuenta que lo que hay por aquí es una copia de lo de allá, por algo le llaman a las de aquí las "torres venecianas", no?

Al día siguiente fuimos a Verona, a conocer el famoso balcón desde donde Julieta y Romeo pasaban sus romances, que dice Shakespeare que toda esta historia ocurrió por estos lares, e incluso hay un lugar donde los enamorados peregrinan como si hicieran el camino de Santiago para llegar a tocarle la teta derecha a la estatua de Julieta que está en el jardín, que parece que eso trae suerte. Nosotros como no vimos ningún equivalente de Romeo por allí (¿y qué es lo que habría que tocarle a este chico? That is the question...), como que no le encontramos mucha gracia a la situación y nos fuimos de allí pronto.

Aprovechamos la tarde para cruzar el río por uno de los varios puentes que hay por allí, y subir a uno de los palacios que dominan la ciudad desde una de las colinas aledañas para disfrutar un poco de las vistas y demás.
Terminamos nuestro día veronés con una alegre degustación de spritzers en una terracita en las afueras de una de las tantas iglesias de por allí, y cenamos pizza fa-bu-lo-sa ya de regreso a casa.

Al día siguiente, mientras Marco se encargaba de sus posesiones en Vicenza, los cuatro restantes nos dirigimos hacia Venecia. Que a nosotros como al 10% de la población mundial nos dicen "Venecia" y rápidamente nos viene a la memoria el célebre video grabado en sus canales, y que ingenuo que nos parece ahora en la distancia del tiempo, pero que no vamos a desviarnos del tema de nuestra visita a Venecia, que no nos encontramos con ninguna celebrity paseando por estos canales ni mucho menos, y como que los cuatro ya habíamos estado por esta ciudad tiempo atrás, el plan ahora era perderse por callejones secundarios y disfrutar un poco de paz y tranquilidad evitando las "autopistas" de turistas que nunca faltan en estos sitios.

Igual, muy perdidos no íbamos que en algún momento conseguimos nuestro objetivo de acercarnos hasta el lugar secreto (que solo conoce el 10% de la población mundial) donde aparcan los gondoleros, y deleitarnos con las vistas que alli se ofrecen... (!)

Nuestra jornada veneciana se completó con cena en algun restaurante perdido de por allí que estaba de lo más bien y posterior regreso a nuestra base en Vicenza via alguno de los ultimos trenes nocturnos que salian de Santa Lucia.
Al día siguiente ya recuperamos a Marco, y pillamos coche de alquiler para comenzar nuestro ascenso hacia los Alpes italianos, que nuestro Marco muy de los Apeninos no era, sino mas bien cercano a estas otras montañas.
Nuestra primer parada en el ascenso fue en el Lago di Garda, que no es donde George Clooney tiene su residencia sino en otro lago que no diremos aquí porque no nos deja el departamento de estado, pero que igual tiene bastante glamour y muy buenas vistas.

Esa noche nos alojamos en Riva del Garda, donde cenamos pantagruélicamente en un restaurante al que nos llevó el primo de Marco, donde la pasta venía en medidas de "sarten", así que tuvimos que aplicar el recurso "doggy bag" para acabar con la comida, que fue debidamente consumida en cuotas durante los días siguientes.

La parada siguiente fueron las Dolomitas, donde ya Italia comienza a mezclarse con el mundo germanoparlante, y las colinas se vuelven montañas. Si bien estábamos por aquí sobre fines de abril, todavía había bastante nieve en la parte alta e incluso algunas estaciones de esqui estaban abiertas.
Pero tampoco era nuestro plan andar revolcandonos mucho por la nieve, que había mucho para ver y poco tiempo, así que Don pisó el acelerador y en un par de días nos dejó a todos mareados de tanta subida y bajada, de nieve a verde y viceversa.
Con base en Auronzo di Cadore fuimos recorriendo carreteras varias dentro de la zona de las Dolomitas, y nos llevamos varias buenas fotos e impresiones del lugar. Don volverá aquí en junio, que las panteres grogues tienen ganas de caminar cuando se vaya la nieve y a Don como le va ese rollo, pues aquí estará.

En nuestro regreso a la planicie con Don siempre al volante, tuvimos una parada técnica en uno de los varios pueblos con castillos y torres que pululan por aquí. En éste en particular se juegan partidas de ajedrez vivientes, pero no estábamos en temporada así que no vimos ninguna.

Ya llegados a Vicenza, tuvimos nuestra cena de pre-pascuas con los amigos de Marco, que no hay nada mejor que la comida italiana cocinada en casa y compartida con amigos. Que el mejor idioma para comunicarse es siempre el gastronómico.

En nuestro último día en Vicenza city nos dedicamos a visitar algunas de las villas y palacios diseñados por Palladio, varios de ellos siguen siendo propiedades privadas así que de momento hemos de reportar que esto de que haya un mundo sin diferencias sociales todavía sigue siendo una utopía.

Carlos, Alex y Nacho se volvieron para Barcelona el mismo domingo de pascuas, que ya tocaba terminar el viaje alguna vez. Don -como es un chico muy low cost- se quedo' hasta el miercoles esperando que bajen los precios de Ryan Air y se dice por ahi que consiguió billete por -4,5 euros pero no hay que andar creyendo todo lo que se escucha por allí. Disfrutad de estas otras fotos y -comme d'habitude- será hasta el proshen arret.