La Molina -> here comes the snow again... (Mar 2010)

Como que se nos va el invierno y en breve pasarán al placard todas estas ropas oscuras y pesadas que la moda dicta usar en estos días, así que decidimos despedirnos en tiempo y forma de la estación estadísticamente menos querida por todos.
En esta ocasión nos acompañaba Mario, en realidad era Carlos quien acompañaba a Mario y a Don, que el año pasado estos dos habían hecho el mismo circuito de este fin de semana, solo que en días laborables.
En esta oportunidad, por culpa de los que por culpa de Eva trabajamos de lunes a viernes, tuvimos que vivir la verdadera experiencia del esquí de fin de semana en La Molina.
Para los que no viven en un entorno de Cataluña, La Molina es una estación de esquí en el Pirineo Catalán. Es como la pista de esquí de Barcelona, digamos, ya que se encuentra a un par de horas en coche y tres horas en tren de la ciudad condal, y allí va toooodo el mundo a revolcarse en el barro blanco todo fin de semana que se pueda durante el invierno.
Es que es de lo más tentador pillar el tren de RENFE a 300 metros de tu casa, y 3 horas más tarde estar esquiando. Lo que es un poco estresante es que los fines de semana todos hacen lo mismo, y ya de por si es un poco difícil conseguir asientos en los trenes, conseguir asiento en los autocares (buses) que te llevan a las pistas, conseguir que hayan quedado zapatos de tu tamaño para alquilar, conseguir un locker, conseguir comida...
Pero, a lo que íbamos, que vinimos a pasar sábado y domingo en La Molina, para celebrar que todavía tenemos nieve y también el nuevo escenario laboral de Mario que se viene de parabienes.
Las pistas estaban llenísimas de gente, pero igual son muchas pistas y todas muy amplias, así que una vez superados los atascos iniciales de conseguir alquilar el equipo y entrar a la primer telesilla, todo se va poniendo mas cool.
Incluso temíamos que hiciera un frío de morirse ya que la semana pasada nevó en Barcelona y se esperaban para la Cerdanya temperaturas de entre -15 y 0 celcius, pero en los dos días que estuvimos sobre las pistas nos tocó un sol radiante en todo momento, y temperaturas de quizás uno o dos bajo cero pero nada más. Cada tanto había un poco de viento, pero no gran cosa, nada que no nos dejara disfrutar de la nieve y de las pistas.
Así que nos pasamos todo el sábado y todo el domingo esquiando. En comparación con las pistas de Andorra, aquí hay más de todo y para todos, muchas pistas fáciles y todas muy anchas cosa de que incluso las partes más difíciles parecen "hacibles" (aunque eso no quiere decir que lo sean :-) ). Igual, hemos de anunciar que Carlos por fin pudo hacer Y disfrutar pistas rojas en simultáneo. Vamos avanzando, todo con miras a Barcelona 2022.
Igual, recomendamos que para disfrutar al máximo habría que no hacer lo que hicimos nosotros: no venir en fin de semana donde todo sale como 2 o 3 veces más caro, sino intentar caer un lunes o al menos hacer domingo-lunes que el alojamiento ya saldrá por la mitad.
Nosotros igual no nos podemos quejar, que con la promo del tren más un hotel que no estaba para nada mal de precio (con sauna y jacuzzi incluidos, cosa de que los músculos no hagan nocout al final del sábado y nos quedemos de domingo de silla de ruedas), digamos que tuvimos una diversión "frugal".
En el hotel eso si te dan de comer como para que recuperes todas las calorías que se te fueron en la pista, e incluso para que te lleves un bonus a casa. Igual, la culpa es de uno que en estos buffets libres bien se podría comer austeramente y no atacar como bestias, pero se ve que lo tenemos en la información genética, que le vamos a hacer.



No hicimos mucha vida social aparte de las pistas, ya que nuestros hoteles no estaban ni en la zona de esquí ni en down-town, pero para los de clase más media que tienen coche, habían varias actividades nocturnas diseñadas en La Molina city. Nosotros aprovechamos para ir a digerir todo el buffet libre más el jacuzzi más el esqui previo, y dormimos como si se hubiera terminado el mundo. Al día siguiente, desayuno buffet nuevamente y a las pistas. De tardecita, RENFE nuevamente en non-stop (ojalá :-) ) hasta L'Hospitalet de Llobregat.
En definitiva, una linda escapada de fin de semana totalmente recomendable (aunque -volvemos a insistir- conviene NO ir en fin de semana pero es lo que hay), y ya los dejamos aquí con algunas fotos más hasta el proshen arret, muy pronto. Hosçakal!